viernes, junio 01, 2007

Teoria del Voto aplicada al Futbol

Yo soy uno de esos que considera que practicamente cualquier hecho de la vida puede compararse con el futbol. Uno de estos es el momento de las elecciones, de elegir a quien votar, a quien "bancar" a la hora de meter el sobre con la boletita adentro. A la hora de ponerse la camiseta, del PO, del MTS, del PRO, del kirchnerismo.
El fanatico del Partido Obrero, que cree ciegamente en él (claro, si no es a ciegas, dificil de creer), lo sigue a muerte, como los hinchas de Chacarita siguen a su equipo. No importa que siempre esten peleando el descenso, se es de Chaca y nada más. Como su barra, dificilmente planteen una alianza con otra y nunca van a aceptar su inferioridad. No les molesta competir por ver quien lleva más banderitas a la marcha, o que ganarle a su clásico rival sea la salvación del año.
A los que votan al menos peor se los puede comparar con el típico hincha de River que prefiere verlo a Boca perder antes que a su equipo ganar. Uno dice: "Yo lo voto a Telerman, porque Filmus es kirchner y Macri es un facista". El otro dice: "Estudiantes o San Lorenzo... pero Boca no!". Es decir, el Kirchernismo es Gremio, Cucuta, Once Caldas, Palmeiras, Milan, Bayern Munich... y los que lo votan: Riverplatenses.
Es realmente un dilema: ¿seguimos a aquel en quien confiamos, aunque muy dificilmente lo veamos ganar alguna vez o apoyamos a los rivales de nuestro clásico rival? El hincha de un equipo chico lo sigue porque confía en que con su apoyo, si bien puede tomar décadas, espera ver un fruto de su (in)condicional aliento. ¿Vale la pena gastar 20 años de cuotas y entradas para ganar un campeonato? Estoy seguro que lo vale. Por eso votar a un "partido chico", si creemos en él, es importante. Es un voto a futuro. Cuanto más se crece, más apoyo se recibe, y viceversa, aunque irse para abajo es lo más sencillo. Un partido con 60 mil votos es mucho más atractivo para aquel que se quiere unir a la izquierda, que aquella agrupación que apenas logra 10 "milenas", o 100 centenas. Y mucho más atractiva es la fusión de los vecinos. No dudo que Independiente y Racing juntos serían mucha mayor potencia que separados (claro que esta comparación sería como querer unir a menemistas y comunistas... ¿que acaso a alguien le sorprenderia si eso sucede?).


Realmente se pueden buscar tantos ejemplo que esta nota sería interminable, como la carrera del mono Navarro Montoya.